Contenido

Newsletter

Las novedades de
ESTO NO
ES UNA REVISTA
están a un click de distancia
de tu casilla de correo


Ediciones
Anteriores


 

La música empieza donde se acaba el lenguaje.
E. T. A. Hoffmann

Sonoridades

Preferiría no hacerlo
por Van Gogh i Tysson

¡Gracias, Néstor!

Preferiría no hacerlo, fue lo que le contesté a mi amigo Bart Leby cuando me sugirió que sugiriera al Gato Barbieri en este número de esta revista que no es. Te propongo a cambio –le dije a modo de negociación– a un tipo que lo conchabó en su orquesta, nació el mismo año (1932) y en el mismo país (Argentina). Y que también emigró hacia el mainstrem a ponerle música a las imágenes. Estoy hablando del señor Lalo Schifrin.

El tipo me gusta –me dijo–, pero ¿qué tiene que ver con «el gato»?

Schifrin es el autor de «The cat». Lo compuso, arregló, dirigió y grabó nada menos que con Jimmy Smith al órgano y una orquesta de casi una veintena de músicos que  incluían a Thad Jones; Jimmy Cleveland; Kenny Burrell y Grade Tate [The Cat...The Incredible Jimmy Smith, Verve, 1964].

Schifrin se define a sí mismo como un músico anfibio entre la música clásica y el jazz. No pude verlo con Guillespie, pero sí tuve el gusto de hacerlo una noche de verano al aire libre en el Anfiteatro del Grec, dentro de un impecable frac blanco, tocando en cuarteto con nada menos que Ray Brown al contrabajo, Grade Tate en batería y James Morrison (el único trompetista al que le que vi hacer respiración circular) y dirigiendo a la Orquesta Ciudad de Barcelona (repasar los grabados a finales de los 90 bajo el paraguas de Jazz Meets Symphony en Aleph Records).

A Lalo le agradezco el haberle puesto música (lo hizo con más de cien) a series televisivas plagadas de tipos duros que templaron mi adolescencia: El Agente de CIPOL (los viernes a las 22 hs); Starsky y Hutch (los martes a las 22 hs); Misión Imposible (los sábados a las 21 hs); Mannix (los miercoles a las 21 hs.) y otras tantas películas, también con tipos duros, que pasaban en Sábados de Súper Acción (13:30 hs.) y El mundo del espectaculo (lunes 22 hs): La leyenda del indomable (...y los 50 huevos duros que se zampa Paul Newman para ganar una apuesta), Bullit (con Steve Mc Quenn), las de la zaga de Harry, el sucio (con Clint Eastwood) y Operación Dragón (con Bruce Lee).

Los invito a escuchar el segundo tema de «The Cat», Theme from Joy House, incluido en la segunda banda de sonido que compuso para el cine: Les Felines (Rene Clemente, 1964) y a emular al más lounge de los animales, tumbarse en un sillón a beber y fumar disfrutando de un Hammond B-3 y, de paso, del gato de Carlos Monzón. Buenas noches.

Eels
por Alejandro Feijóo

Instrucciones de uso
Parafraseando la conocida boutade atribuida a Groucho Marx, cuanto más conozco al ser humano más quiero a Eels. Es lo que ocurre con ciertas pasiones laicas, construidas al calor del desamparo bajo las sombras de la pérdida. Para quien no sepa, los salmos de Mark Oliver Everett –Mr. E para amigos y ex amantes– se recubren de la espuma naif propia de las aguas del indie para hacer más llevadera la contundencia del dolor. En plena catarsis creativa, Mr. E nos ha regalado en menos de un año tres placas fantásticas que tanto pueden servir de trampolín al respiro espiritual como de aventura iniciática por las barbas del nihilismo romántico. El viaje está servido.

 

Hombre Lobo: 12 songs of desire (2009)
Hombre Lobo vendría a ser el disco de un dinamitero que hace pogo con loscartuchos abajo del brazo. Cuatro años después del doble Blinking Lights and Other Revelations (2005), Everett cambia la pluma por las garras y la voz por los chillidos para lanzarse al encuentro del deseo. Esta docena de canciones no entienden de búsqueda porque un licántropo aullando por sangre fresca se salta los permisos y se sirve directamente de la yugular. Da igual la luz que la oscuridad, las canciones de cuna que la distorsión, el susurro que el aullido: siempre es luna llena cuando una herida no quiere cicatrizar.

 

End Times (2010)
Nada que ver con la ficción de Fukuyama y su fin de la historia: el nuevo cataclismo de Everett es de tal calibre que ríanse de la caída del Muro. Cuando en la vida toca divorcio se puede llamar a tu abogado o hacer un disco como este, donde el dolor entra al bazar como si fuera domingo y se sacude las astillas contra el cristal de Murano. Los restos del naufragio conviene buscarlos entre rasgueo y rasgueo, entre la pérdida y su orilla, buceando en las hilachas de un pasado que ya es historia antes de parir. Y eso sí, nada de interpretaciones, que la verdad sigue siendo ese ladrillo que ponemos debajo de la almohada cuando nos caemos de sueño

 

Tomorrow Morning (2010)
Como si de un apunte hegeliano se tratara, tras la furia y la tristeza nos llega la hora de la calma. Sí, el sol ha salido, el amor ha llegado, “soy un colibrí flotando de árbol en árbol…” Maldición, ¿va a ser un día hermoso? ¿Reflejos de adultez, pulsión creativa, nueva pareja? Parece ser que todo eso y un poco más es lo que ahora inunda las entrañas de Mr. E, quien a pesar de tanta luz no abandona los anteojos oscuros para seguir mirándonos desde el rincón de la fiesta. Quién me iba a decir a mí que terminaría estas líneas de oxímoron en oxímoron y exaltando el amor.

Las chicas de ahora lo hacen oral | Artistas varias

La elección del título de esta compilación anticipa lo que se recorrerá en menos de 3/4 de hora: 15 voces de mujeres narrando, diciendo, un texto cuya autoría (a excepción de Luli a Secas, quien cierra la antología) les pertenece. La oralidad, a la que apela y sugiere, reune, en partida doble, la voz del texto en sí y la voz de quien lo ha escrito. Los distintos timbres, las inflexiones, las teatralidades, la modulación, las respiraciones, los sonidos ambiente, contienen, en su diversidad, el universo literario que proponen las 15 trovadoras. Pequeñas dificultades técnicas, registros en vivo, calidades distintas, son otra forma de inspeccionar la geografía de estos cuentos que se compilan. Una muy interesante propuesta que Zediciones y La Funda-acción presentan en formato CD, que contó con la coordinación y producción del polifacético Marcelo Neyra. El muy congruente sobre tiene mucha información sobre las 15 muchachas, sus páginas personales y contactos. Un modo de resumirlo, al modo del equívoco que propone el título elegido, es: préstele la oreja a esas lenguas a las que les gusta jugar con las palabras.

Strange Cargo III | William Orbit
Capitol | 1993

Los discos solistas de William Orbit nunca despertaron admiración en la crítica. Más conocido como el productor (13, de Blur y Ray of light, de Madonna, entre otros) que como músico, en Strange Cargo III plasma, queriéndolo o no, un abanico de sonidos electrónicos que, visto en perspectiva, fueron los que guiaron el desarrollo de la música electrónica. La voz de Beth Orton en el primer track del disco, produce un efecto hipnótico, montada sobre una base sonora a mitad de camino entre Alan Parsons y una insistencia que anticipa al trance. Una verdadera experiencia religiosa: el tema Deus Ex Machina, con la colaboración del gran Mark Rutherford, con capas y capas de ruidos y ruiditos y distorsiones y silencios, crean una atmósfera que, cuanto menos, suena a lo que podría llamarse música post nuclear. Para los que logran atravesarlo (o saltearlo antes de quedar atrapado en su red inquietante) el bueno de Orbit cierra el disco con un tema de una melodía suave y bonita, con sonidos de cajita musical para niños pequeños.

Prelude | Eumir Deodato
CTI | 1972

A casi 40 años de su lanzamiento, Prelude es un disco en el que aún pueden descubrirse sonidos, armonías, destrezas, arreglos. El valor estético de este disco resiste una prueba insoslayable: sigue siendo una buena experiencia entregarse a la escucha de la versión que el brasilero hace de Also Sprach Zarathustra, una relectura a caballo del pop, el jazz y la música orquestal del clásico de Richard Strauss, eternamente ligado a la banda sonora de 2001: Odisea del Espacio, película del genial Stanley Kubrick. Si bien fue este el tema que abrió la fuente del éxito comercial para Deodato (se vendieron 5 millones de copias del disco), la totalidad de la obra va mucho más allá de la joya más preciada en la discografía del multinstrumentista carioca. Apoyado en la solvencia que le aportan Satnley Clark, Billy Cobham y Ron Carter, con el efímero John Tropea inspiradísimo con las seis cuerdas y Airto sumando los matices impecables de una persución muy brasilera, Deodato construye un disco que podrá ser escuchado, saboreado, redescubierto así pasen los años... Si este no es un clásico, los clásicos, ¿dónde están?



Breves: en inglés se dice Cat

Los gatos tienen 7 vidas pero nosotros elegimos 3 discos larga duración, editados por la cantautora estadounidense Charlyn Marshall, a quién en familia le dicen Chan, pero que es conocida popularmente como Cat Power.

Para el sexto disco de su trayectoria, You are free, la estadounidense se dio el lujo de reclutar a Eddie Vedder, líder de Pearl Jam, para que le haga un par de coros. Como necesitaba buen punch en la batería, no tuvo mejor idea que convocar a David Grohl, el mismo que sacudía parches a lo loco al lado de Kurt Cobain en Nirvana. Y para completar un buen tridente, en uno de los temas deja el violín en manos de Warren Ellis, uno de los históricos músicos de los Bad Seeds del australiano Nick Cave. Con estos buenos muchachos a bordo, Cat Power arma un disco sólido, con algunos tramos que rozan el rock disconforme, otros en que las melodías son como remansos y, no podía fallar, otros en los que la nostalgia invade la música. En síntesis, uno de los mejores (en tanto coherentes y bellos) de la producción de la bonita Chan.

 

The Greatest puede llevar a la confusión de hallarse frente a unos autoelegidos mejores temas o lisa, pura y llanamente un grandes éxitos. Pues bien, esos guantes de box de la tapa, parecen anticipar que la cantautora está dispuesta a asestar otro buen golpe. Y lo logra con creces. No sólo logra mantener la calidad de su producción anterior sino que, además, cuestiona la validez de continuar arando en el mismo surco para tomar el riesgo de ir un poco más allá.

 

Cat Power tiene un vicio: hacer álbumes de covers. Jukebox es el segundo que grabó, ocho años después del anterior. Tal cual lo que parece será su costumbre al tomar la música de otros, Cat Power toma los temas y los retuerce, los moldea, los desarma y nos devuelve una canción que dificilmente el oído reconozca como versión de una que sepamos todos. Un claro ejemplo de esto en Jukebox es el track de inicio: un irreconocible New York, tema que Liza Minelli y Frank Sinatra popularizaran hace años. Una joya en sí misma es la versión de Blue el tema de la gran Joni Mitchell. La edición de lujo suma a los nombres de James Brown, Bob Dylan, Hank Williams y los antes citados, a Nick Cave con el tema Breathless y a Andrés Eloy Blanco, autor de la popular Angelitos negros. Con Jukebox, editado en 2008, se cierra esta pequeña serie de muy buenos discos salidos de la cabecita y la sensibilidad de una chica llamada Charlyn.