Miradas
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Plástica: Papas
por Alejandro Feijóo

A pesar del relativismo imperante, no se puede negar que ser papa no es cosa fácil. Ni divertida, tal y como lo muestran estos seculares retratos.

No sabemos cuál de las lenguas insidiosas que pueblan ENEUR lanzó el convite. Pero la pregunta atravesó como un rayo la redacción: ¿todos los papas fueron curas antes de llegar a lo más alto? Lo primero que quedó en evidencia fue nuestra completa ignorancia sobre asuntos celestiales, toda vez que sobre los terrenales tampoco sabemos nada. Lo segundo, que dilucidar tal asunto tampoco era tan importante, pues la idea de incluir una galería de retratos de papas nos gustaba sin necesidad de apelar al Altísimo.

Mostrarles a los 266 sumos pontífices nos pareció excesivo. De modo que esta selección, como prácticamente cualquier otra, resulta arbitraria. De ella destacamos algunas fabulosas obras de arte de cachorros como Rubens, Rafael o El Greco. Amén de la inquietante figura de Inocencio X retratado por Velázquez y la nada inocente reinterpretación de esta realizada por Francis Bacon.

Los hay píos e impíos, en plena faena y ociosos. Los hay expectantes y adormilados, ridículos y amenazantes; severos y menos severos. Con pompa y boato; enjoyados, enguantados y anillados. La mirada perdida en el más allá o la pupila advirtiendo en el más acá de nuestros usos y costumbres. Y ni siquiera nos inmiscuimos en creencias: somos posmodernos y nos pierde la estética. Lo que de ella deriva queda a criterio de nuestros terrenales lectores. Nosotros, a higienizar nuestras manos como un Pilatos cualquiera.